La metafisica es el conocimiento suprarracional,intuitivo e inmediato asimilado por la intuición intelectual que es superior a la razón ,y su dominio es el de los principios eternos e inmutables.No es en cuanto individualidad que se puede llegar a él, es en cuanto al ser verdadero que es humano en uno de sus estados, siendo al mismo tiempo, algo distinto y mayor que el ser humano.
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jueves, 29 de agosto de 2013
miércoles, 26 de junio de 2013
INTRODUCCIÓN A LOS BRAHMA-SUTRAS-Shankaracharya
El sujeto y el objeto, al tener como dominios,el primero, la noción del "yo", y el segundo, la noción del "tú", y al oponerse como la luz y las tinieblas,son tales que uno no se puede inferir de la naturaleza del otro;establecido lo anterior,con mayor motivo ocurre esto con sus atributos respectivos.Es erróneo, pues, "atribuir" el objeto, que tiene como dominio la noción del "tú", y sus atributos, al sujeto , que es de naturaleza inteligente y tiene como dominio la noción del "yo" o, inversamente, atribuir al objeto, el sujeto y sus atributos. No obstante, atribuir a uno lo que corresponde al otro, ya sea su esencia, ya sus atributos, es la costumbre natural del mundo, en el que se dice, confundiendo la verdad y el error: "yo soy eso", "eso es mío": proceder debido a un falso conocimiento del sujeto y el objeto, absolutamente distintos sin embargo, y de sus atributos respectivos.
Se nos preguntará: "¿ Qué es, pues, la (falsa) atribución ?"
Es una aparente percepción que es, en realidad, el recuerdo de algo visto anteriormente y que viene a aplicarse a otro objeto. Algunos dicen: es la atribución a una cosa de lo que conviene a otra. Otros la definen como un error que procede de que no se ha captado la diferencia entre lo que se atribuye y a qué se atribuye. Otros dicen, también, que consiste en imaginar para un objeto atributos que son contrarios a su verdadera naturaleza. De todos modos, están de acuerdo en que es la presencia aparente en una cosa de un atributo que pertenece a otra. Esa es, por ejemplo, en la vida corriente, la ilusión de que el nácar es plata o aquella por la que la luna, que es una , se ve doble.
Se preguntará de nuevo: ¿cómo puede atribuirse un objeto y sus atributos al Sí interno que no es un objeto ?
Atribuimos algo a un objeto colocado ante nosotros y tú mismo has afirmado que el Sí no es un objeto. Respondemos. no es de un modo absoluto el que el Sí interno no sea un objeto, es, por el contrario, el objeto de la noción del " yo " y se impone a todos porque es inmediatamente presente. Por otra parte, no es una regla absoluta el que todo objeto atribuido no pueda serlo más que a un objeto colocado ante nosotros. ¿ Acaso los ignorantes no atribuyen al éter, que es invisible, una superficie, un olor oscuro, etc.? Nada se opone, pues, a que el no-Sí se atribuya al Sí interno.
Es a esta atribución, caracterizada así, a la que los sabios llaman " ignorancia ". Llaman " Conocimiento " a la determinación de la naturaleza verdadera de un objeto por la discriminación de esta naturaleza y de lo que se le atribuye. Allí donde hay una atribución falsa, ni el objeto atribuido ni al que se le atribuye es afectado por ello, por poco que sea, ni en bien ni en mal.
Esta misma atribución respectiva del Sí y del no-Sí, que es llamada " ignorancia ", se presupone en todas las actividades que conciernen a los modos de conocimiento y a las cosas que hay que conocer, ya sean estas actividades mundanas o sagradas, así como en todos los Shastras, ya versen estos sobre exhortaciones, prohibiciones o sobre la Liberación.
" Pero aquí, ¿ cómo admitir que los objetos de todos los medios de conocimiento, como las percepciones, y de todas las enseñanzas doctrinales dependen de la ignorancia ? "
Respuesta; porque, sin la ( falsa ) convicción de que el cuerpo, los órganos de los sentidos, etc., son el " yo " y lo " mío ", no puede haber " conocedor " y, por consiguiente, no puede haber utilización de los " medios de conocimiento ". Pues sin la utilización de los sentidos, una actividad como la percepción, y las otras semejantes, no puede efectuarse. La propia actividad de los sentidos no es posible sin una base en la que esté establecida ( el cuerpo, que determina su propio punto de vista ).
En fin, nadie actúa por medio de un cuerpo si no le ha atribuido la naturaleza del Sí, que no tiene contacto ( con cualquier cosa exterior pues es la Plenitud total ), no puede convertirse en un " conocedor " ; y sin la " naturaleza del conocedor ", no puede utilizarse medio alguno de conocimiento.
Por eso, precisamente, los objetos de los medios de conocimiento, como las percepciones, y de las enseñanzas doctrinales se deben a la ignorancia.
Esto resulta también de que, desde este punto de vista, no hay ninguna diferencia entre la conducta de los hombres y la de los animales. Que los sonidos alcancen su oído, o que otras percepciones sean captadas por sus demás sentidos, los animales se alejan de ellos cuando estos sonidos o demás percepciones les parecen desfavorables y se acercan a ellos en el caso contrario. Cuando ven que se les acerca un hombre blandiendo un bastón, piensan: " éste quiere pegarme ", y huyen; y cuando ven a uno que les ofrece en su mano hierba fresca, se acercan a él. Del mismo modo, los hombres, aunque su entendimiento está más desarrollado, emprenden la huida cuando ven que otros llenos de fuerza y con aspecto feroz se acercan a ellos, con la espada en alto y lanzando gritos. Por el contrario, van hacia aquellos cuyo aspecto es completamente distinto. Así pues, la actividad que concierne a los medios de conocimiento y los objetos conocidos es la misma en los hombres y los animales. Queda bien sentado que las funciones cognoscitivas de éstos, empezando por la percepción, no están precedidas por ninguna discriminación ( del Sí y del No-Sí ); el parecido de los modos de actividad permite concluir que ocurre lo mismo con los hombres , a pesar de la instrucción que reciben, y durante el tiempo que dura la falsa atribución.
Y por lo que respecta a la actividad regulada por los Shastras ( sobre todo al cumplimiento de los ritos ), es bien verdad que el hombre cualificado para entregarse a ellos, al tener el entendimiento necesario, no ignora que el Sí está en relación con otros mundos: no obstante, para estar cualificado así, no tiene que conocer la naturaleza verdadera del Sí tal como se enseña en el Vedanta: a saber, que el Sí está más allá de toda necesidad, como la del hambre , más allá de toda distinción, como la de los brahmanes y los kshatriyas, y más allá del Samsara. Este conocimiento no tendría aquí aplicación, e incluso estaría en contradicción con el sentido de esta cualificación. Las prescripciones tradicionales, al no aplicarse más que en tanto este conocimiento no ha sido realizado, conciernen, pues, a un objeto que depende, por completo, de la ignorancia. Así, exhortaciones como: " Que el brahmán sacrifique ", presuponen la atribución al Sí de la casta, el estadio de la existencia terrestre, la edad, la condición social y otras distinciones. Ya hemos dicho lo que hay que entender por atribución: es la idea de esto en aquello ( de una cosa en otra ). Considerarse alcanzado por algún daño o intacto cuando el hijo, la esposa u otro pariente sufren o no algún daño, es imputar al Sí atributos de otros seres . Cuando se dice: " estoy gordo, estoy delgado, estoy pálido; me tengo en pie, ando, salto ", se atribuyen al Sí los atributos del cuerpo. Cuando se dice: " soy mudo, soy tuerto, soy eunuco, soy gordo, soy ciego ", se imputan al Sí los atributos de los sentidos. Ocurre lo mismo con los atributos del sentido interno como los deseos, las resoluciones, las dudas y las decisiones. Así, se imputan al Sí interno, que es el testigo de todas las operaciones individuales, los atributos de aquel en el que reside la noción del yo ( el sentido interno ), e inversamente se atribuye el Sí interno, testigo de todas las cosas, al órgano interno y a los demás elementos individuales. Tal es esta ( falsa ) atribución, sin comienzo y sin final, natural, observable en todos los mundos y que incita a todos los seres a actuar y a gozar. Es con vistas a eliminar esta causa de lo inútil y obtener el conocimiento de la Unidad del Sí, por lo que se emprende el estudio del Vedanta. Que éste es verdaderamente el fin de todo el Vedanta, es lo que nos proponemos demostrar en esta Shariraka-Mimansa.
Shankaracharya
Traducido del sánscrito por René Allar.Ediciones de la Tradición Unánime.
Glosario de términos en sánscrito:
sujeto: vishayin
objeto: vishaya
atributos: dharma
erróneo : mithya
atribuir : adhyasa
inteligente: chidatmaka
costumbre: vyavahara
natural: naisargika
mundo: loka
falso conocimiento: mithya-jnana
discriminación: viveka
atribución: adhyasa
percepción: avabhasa
Sí interno: pratyagatma
sabios: pandita
ignorancia: avidya
Conocimiento: vidya
determinación: avadharana
actividades: vyavahara
conocimiento: pramana
conocer. prameya
mundanas. laukika
sagradas: vaidika
doctrinales: shastras
convicción: abhimana
conocedor: pramatri
establecida: adhishthana
cuerpo: deha
Sí: atmabhava
naturaleza del conocedor: pramatritva
conocidos: prameya
discriminación: viveka
otros mundos: para-loka-sambandha
verdadera naturaleza del Sí: Atmatatwa
prescripciones tradicionales: shastras
casta: varna
existencia terrestre: ashrama
distinciones: vishesha
daño: vikala
intacto: sakala
sentido interno: antahkarana
comienzo: anadi
final: ananta
natural. naisargika
inútil: anartha
Se nos preguntará: "¿ Qué es, pues, la (falsa) atribución ?"
Es una aparente percepción que es, en realidad, el recuerdo de algo visto anteriormente y que viene a aplicarse a otro objeto. Algunos dicen: es la atribución a una cosa de lo que conviene a otra. Otros la definen como un error que procede de que no se ha captado la diferencia entre lo que se atribuye y a qué se atribuye. Otros dicen, también, que consiste en imaginar para un objeto atributos que son contrarios a su verdadera naturaleza. De todos modos, están de acuerdo en que es la presencia aparente en una cosa de un atributo que pertenece a otra. Esa es, por ejemplo, en la vida corriente, la ilusión de que el nácar es plata o aquella por la que la luna, que es una , se ve doble.
Se preguntará de nuevo: ¿cómo puede atribuirse un objeto y sus atributos al Sí interno que no es un objeto ?
Atribuimos algo a un objeto colocado ante nosotros y tú mismo has afirmado que el Sí no es un objeto. Respondemos. no es de un modo absoluto el que el Sí interno no sea un objeto, es, por el contrario, el objeto de la noción del " yo " y se impone a todos porque es inmediatamente presente. Por otra parte, no es una regla absoluta el que todo objeto atribuido no pueda serlo más que a un objeto colocado ante nosotros. ¿ Acaso los ignorantes no atribuyen al éter, que es invisible, una superficie, un olor oscuro, etc.? Nada se opone, pues, a que el no-Sí se atribuya al Sí interno.
Es a esta atribución, caracterizada así, a la que los sabios llaman " ignorancia ". Llaman " Conocimiento " a la determinación de la naturaleza verdadera de un objeto por la discriminación de esta naturaleza y de lo que se le atribuye. Allí donde hay una atribución falsa, ni el objeto atribuido ni al que se le atribuye es afectado por ello, por poco que sea, ni en bien ni en mal.
Esta misma atribución respectiva del Sí y del no-Sí, que es llamada " ignorancia ", se presupone en todas las actividades que conciernen a los modos de conocimiento y a las cosas que hay que conocer, ya sean estas actividades mundanas o sagradas, así como en todos los Shastras, ya versen estos sobre exhortaciones, prohibiciones o sobre la Liberación.
" Pero aquí, ¿ cómo admitir que los objetos de todos los medios de conocimiento, como las percepciones, y de todas las enseñanzas doctrinales dependen de la ignorancia ? "
Respuesta; porque, sin la ( falsa ) convicción de que el cuerpo, los órganos de los sentidos, etc., son el " yo " y lo " mío ", no puede haber " conocedor " y, por consiguiente, no puede haber utilización de los " medios de conocimiento ". Pues sin la utilización de los sentidos, una actividad como la percepción, y las otras semejantes, no puede efectuarse. La propia actividad de los sentidos no es posible sin una base en la que esté establecida ( el cuerpo, que determina su propio punto de vista ).
En fin, nadie actúa por medio de un cuerpo si no le ha atribuido la naturaleza del Sí, que no tiene contacto ( con cualquier cosa exterior pues es la Plenitud total ), no puede convertirse en un " conocedor " ; y sin la " naturaleza del conocedor ", no puede utilizarse medio alguno de conocimiento.
Por eso, precisamente, los objetos de los medios de conocimiento, como las percepciones, y de las enseñanzas doctrinales se deben a la ignorancia.
Esto resulta también de que, desde este punto de vista, no hay ninguna diferencia entre la conducta de los hombres y la de los animales. Que los sonidos alcancen su oído, o que otras percepciones sean captadas por sus demás sentidos, los animales se alejan de ellos cuando estos sonidos o demás percepciones les parecen desfavorables y se acercan a ellos en el caso contrario. Cuando ven que se les acerca un hombre blandiendo un bastón, piensan: " éste quiere pegarme ", y huyen; y cuando ven a uno que les ofrece en su mano hierba fresca, se acercan a él. Del mismo modo, los hombres, aunque su entendimiento está más desarrollado, emprenden la huida cuando ven que otros llenos de fuerza y con aspecto feroz se acercan a ellos, con la espada en alto y lanzando gritos. Por el contrario, van hacia aquellos cuyo aspecto es completamente distinto. Así pues, la actividad que concierne a los medios de conocimiento y los objetos conocidos es la misma en los hombres y los animales. Queda bien sentado que las funciones cognoscitivas de éstos, empezando por la percepción, no están precedidas por ninguna discriminación ( del Sí y del No-Sí ); el parecido de los modos de actividad permite concluir que ocurre lo mismo con los hombres , a pesar de la instrucción que reciben, y durante el tiempo que dura la falsa atribución.
Y por lo que respecta a la actividad regulada por los Shastras ( sobre todo al cumplimiento de los ritos ), es bien verdad que el hombre cualificado para entregarse a ellos, al tener el entendimiento necesario, no ignora que el Sí está en relación con otros mundos: no obstante, para estar cualificado así, no tiene que conocer la naturaleza verdadera del Sí tal como se enseña en el Vedanta: a saber, que el Sí está más allá de toda necesidad, como la del hambre , más allá de toda distinción, como la de los brahmanes y los kshatriyas, y más allá del Samsara. Este conocimiento no tendría aquí aplicación, e incluso estaría en contradicción con el sentido de esta cualificación. Las prescripciones tradicionales, al no aplicarse más que en tanto este conocimiento no ha sido realizado, conciernen, pues, a un objeto que depende, por completo, de la ignorancia. Así, exhortaciones como: " Que el brahmán sacrifique ", presuponen la atribución al Sí de la casta, el estadio de la existencia terrestre, la edad, la condición social y otras distinciones. Ya hemos dicho lo que hay que entender por atribución: es la idea de esto en aquello ( de una cosa en otra ). Considerarse alcanzado por algún daño o intacto cuando el hijo, la esposa u otro pariente sufren o no algún daño, es imputar al Sí atributos de otros seres . Cuando se dice: " estoy gordo, estoy delgado, estoy pálido; me tengo en pie, ando, salto ", se atribuyen al Sí los atributos del cuerpo. Cuando se dice: " soy mudo, soy tuerto, soy eunuco, soy gordo, soy ciego ", se imputan al Sí los atributos de los sentidos. Ocurre lo mismo con los atributos del sentido interno como los deseos, las resoluciones, las dudas y las decisiones. Así, se imputan al Sí interno, que es el testigo de todas las operaciones individuales, los atributos de aquel en el que reside la noción del yo ( el sentido interno ), e inversamente se atribuye el Sí interno, testigo de todas las cosas, al órgano interno y a los demás elementos individuales. Tal es esta ( falsa ) atribución, sin comienzo y sin final, natural, observable en todos los mundos y que incita a todos los seres a actuar y a gozar. Es con vistas a eliminar esta causa de lo inútil y obtener el conocimiento de la Unidad del Sí, por lo que se emprende el estudio del Vedanta. Que éste es verdaderamente el fin de todo el Vedanta, es lo que nos proponemos demostrar en esta Shariraka-Mimansa.
Shankaracharya
Traducido del sánscrito por René Allar.Ediciones de la Tradición Unánime.
Glosario de términos en sánscrito:
sujeto: vishayin
objeto: vishaya
atributos: dharma
erróneo : mithya
atribuir : adhyasa
inteligente: chidatmaka
costumbre: vyavahara
natural: naisargika
mundo: loka
falso conocimiento: mithya-jnana
discriminación: viveka
atribución: adhyasa
percepción: avabhasa
Sí interno: pratyagatma
sabios: pandita
ignorancia: avidya
Conocimiento: vidya
determinación: avadharana
actividades: vyavahara
conocimiento: pramana
conocer. prameya
mundanas. laukika
sagradas: vaidika
doctrinales: shastras
convicción: abhimana
conocedor: pramatri
establecida: adhishthana
cuerpo: deha
Sí: atmabhava
naturaleza del conocedor: pramatritva
conocidos: prameya
discriminación: viveka
otros mundos: para-loka-sambandha
verdadera naturaleza del Sí: Atmatatwa
prescripciones tradicionales: shastras
casta: varna
existencia terrestre: ashrama
distinciones: vishesha
daño: vikala
intacto: sakala
sentido interno: antahkarana
comienzo: anadi
final: ananta
natural. naisargika
inútil: anartha
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